Hola, espero que estén pasando un buen otoño.
Hoy quería hablarles de una película que a pesar de
tener ya sus años (estrenada en 1997) a
mi me encanta ya que tiene un aire a cuentos de hadas pero de un modo moderno.
Para ese entonces fue un éxito en mi infancia y en
estos días mientras trataba de conseguir algo entretenido que ver en la televisión me encontré que la
estaban transmitiendo y alcance a verla casi completa; tal y como la recordaba.
La niñera y el presidente, como se llama la película,
envuelta en comedia y romance, trata de
una excéntrica peluquera de Queens llamada Joy Miller ( Fran Drescher),
la cual es confundida de manera fortuita con una maestra de ciencias por el
embajador de una nación europea, Grushinsky. Este le ofrece ser tutora de los hijos
del tirano de un país en vías de democratización.
Joy acepta el empleo sin medir las consecuencias y
así, tras viajar a Europa, conoce al malhumorado líder de Slovetzia, Boris
Pochenko (Timothy
Dalton)., y a sus adorables hijos cuya madre perdieron hace algunos años y los
cuales están subyugados por la imponente autoridad de su padre.
La llegada de
la estilista revoluciona a los incrédulos habitantes del palacio con su
peculiar vestuario, personalidad, ideas y su pragmática visión de la vida.
En lo personal esta película e gusta ya que nos
enseña de una manera u otra que nunca es tarde para cambiar nuestros defectos
(o mejorarlos un poco para bien) y siempre debemos tener presente a las
personas a nuestro alrededor, tener mente abierta y ser quienes verdaderamente
somos sin importar los prejuicios.
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